La Alimentación intuitiva promueve la reconexión con la intuición interna y con nuestras señales corporales de hambre y saciedad.
Y te estarás preguntando, ¿En que momento nos hemos desconectado?
Te lo explico , uno de los motivos que han contribuido a acallar nuestras propias señales corporales son los ciclos de dietas constantes, y cuando hablo de dietas me refiero a dietas restrictivas o dirigidas, porque deciden por nosotras cuándo tienes que comer, la cantidad que necesitas y el tipo de comida que debes comer en ese momento.
Por supuesto estas recomendaciones no tienen en cuenta tus propias necesidades, pasan por alto si tienes más hambre ese día o si no te apetece nada de la comida que te “mandan”.
No tienen en cuenta lo que necesitas, son reglas externas, y lo que consiguen por supuesto, es la desconexión con nuestras señales corporales.
Pero, ¿cómo nos podemos sentir en conexión con nuestro cuerpo cuando nos han motivado a desconectarnos durante tanto tiempo?
Se que parece difícil poder llegar a alimentarte de esta manera “sin reglas” y que también pueden aparecer sensaciones de miedo por creer que esto va a derivar en una pérdida de control con la comida, pero te aseguro que lo que pasa es justo lo contario.
Cuando tienes una alimentación tan rígida que excluye o restringe alimentos lo que hace es generar una obsesión por estos mismos, recuerda que todo lo prohibido se hace mucho más apetitoso para nuestra mente… es como si te dicen que no te imagines un oso polar blanco,
¿lo viste pasar? Seguro que si…
La mente juega malas pasadas 🙂
Si te han prohibido comer galletas lo que va a suceder es que pienses constantemente en ellas y cuando puedas tomarlas pierdas el control porque no sabes si será la última vez que las pruebes y con esto seras incapaz de tomar solo una sino que te acabarás el paquete. Además todo esto irá acompañado de culpa, vergüenza y miedo…un cóctel que no beneficia en nada y que lo que puede derivar es en la presencia de atracones y una mala relación con la comida.
Uno de los aspectos que se trabajan en la alimentación intuitiva es el permiso incondicional a todos los alimentos. Cuando clasificas a todos los alimentos por igual y tienes permiso incondicional de verdad para comerlos, tu manera de relacionarte con ellos es desde la naturalidad de poder elegir que alimento necesitas en cada momento y si un día te apetece tomar una galleta puedas hacerlo con la tranquilidad de saborearla y disfrutarla como lo que es, un alimento más.
¿No es maravilloso poder comer de una manera conectada y atendiendo las necesidades reales de nuestro cuerpo?
¡Si, lo es!
Y es posible.